Mañana cuando te encuentre
veré la luz del día diferente.
Verán tus ojos en los míos
reflejar la historia de mi vida
Llenas de muchos soles y lunas
que pasan desapercibidas.
Tu tristeza sentiré distante,
cuando tus manos se unan a las mías,
Volverán las lágrimas a caer
de tus luceros encendidos llenos de alegría.
Me arrullaras en tus brazos y
seré niño recién nacido durmiendo
En tus pechos erguidos como racimos
rebosantes llenos de cariño.
Se unirán de nuevo los cuerpos
poseídos de estertores desconocidos,
Formando de tu alma y la mía
una sola sombra de ansias y agonías.
Mañana cuando te encuentre
veré la luz del día diferente,
Como palomas enamoradas
haremos un nido bajo un alero
Cubierto de luces hecho por hadas.
Cabalgaré sin frenos tus valles y montañas,
Sentiré el fragor de nuestros cuerpos temblar
Y encantada te dejarás mil veces besar.
Mañana cuando te encuentre
veré la luz del día diferente.
(c) 2014 Bécker Fernández
Derechos Reservados
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